El corporativismo del PRI ha creado una subespecie de saurio, más pequeño que los dinos de peso completo, pero no por ello menos voraz… y corrupto. Hacen lo mismo que los Tiranosaurios pero a menor escala: prometen pero no cumplen, piden pero no sólo no dan sino que además, roban. Son esos lidercillos que pastorean vendedores ambulantes, que engañan a marginados con falsas promesas de regularizar terrenos… previa entrega de una cuota, o que se comprometen a realizar obras públicas para luego descubrir que los materiales de construcción se emplearon en sus viviendas particulares.
Son los típicos chingaquedito que de poquito en poquito terminan por fregar hasta el hartazgo, una situación que ya se está dando en Campeche ante la incapacidad del gobernador Juan Carlos Hurtado Valdez, del PRI-nosaurio, para ponerle un alto a los chiquisaurios que se pegan cual lapas a los grandes reptiles, a la espera de recoger las migajas que caen de la mesa de sus superiores a cambio de los votos de las personas que engañan. Por ello, exhorto a terminar con esta plaga y darles a los dinos su dosis de raid matabichos: el voto razonado y no acarreado. Este video que encontré en la red trata sobre esto de manera humorística: .