martes, 26 de mayo de 2009

Cagándola al estilo PRI-nosáurico

Ningún maestro que se respete aceptaría la excusa de que “el perro se comió mi tarea”. ¿Pero qué pasa cuando, efectivamente, el perro se comió la tarea? Pues sucede que el niño recibe una reverenda regañiza por hacer la tarea mientras juega con el perro.

Algo así es lo que le ocurrió al PRD en el Estado de México. El Tribunal Electoral federal declaró inelegible al candidato perredista a la presidencia municipal de Coacalco, Alejandro Gamiño, porque resulta que el hombre es miembro activo de otro instituto político, el PAN, por lo que la autoridad ordenó sustituirlo por Ericka Torres Rivera (¿qué acaso el sol azteca no revisa los antecedentes de sus candidatos?). Y para agregar leña al fuego, 9 de los 12 ex aspirantes del PRD a dicha presidencia municipal pidieron a la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales que investigue a Gamiño, al que relacionan con 10 averiguaciones previas, además de que acusan al presidente del PRD, Jesús Ortega, de haberlo impuesto a dedazo.

Ante este lindo historial, no me extraña que Gamiño haya abandonado las filas panistas (si los blanquiazules le quitaron la candidatura a una militante por robar cosméticos, ¿qué no le haría a este tránsfuga de dino?). Pero lo que me extraña es que el PRD le haya dado cobijo: digo, ya sabía que los perredistas le abrían las puertas a los desertores de otros partidos, pero está cabrón que se les cuele el primer pendejo que se les cruce. Lo que es no tener candidatos propios de primera mano…

La suciedad debajo de la alfombra

Los PRI-nosaurios han de estar como la lombriz a la que le echan limón y sal: retorciéndose del dolor. Y es que el presidente del PAN, Germán Martínez, los dejó al desnudo al comentar los recientes sucesos que han cimbrado al dinopartido. Durante el fin de semana pasada, el panista comparó al PRI con el supuesto mal estado de salud del ex presidente Miguel de la Madrid al afirmar que al obligarlo a declararse mentalmente incompetente, los saurios confirmaron sus declaraciones sobre Salinas y demostraron que quien está realmente enfermo es su propio partido. Ya entrado en calor, Martínez añadió que el PRI-nosaurismo no puede comprender el pasado ni representar al futuro por la pesada carga de su propio pasado: “Si fueron capaces de anular la conciencia del ex presidente, de un miembro distinguido de su partido, ya podemos imaginar lo que en el PRI quisieran hacer para anular la conciencia de los ciudadanos”.

En mi opinión, no se puede tener más razón. Desde que perdieron la presidencia, en 2000, los dinos se encontraron con que en realidad, no tenían ningún capital político que ofrecer a la ciudadanía: sus actitudes antidemocráticas, sus crímenes y su corrupción tenían, y tienen, harta a la gente.

Es por ello que le han apostado al olvido intencionado de sus vicios. Incluso el lema “nosotros si sabemos gobernar” es un reflejo de su memoria selectiva: ponen el énfasis en la dizque experiencia de gobierno que adquirieron durante los 70 años que permanecieron en el poder pero no hacen ninguna mención al hecho de que se trató de una dictadura.

Además, la descalificación forzada de De la Madrid revela que los dinos siguen limitados moralmente por su pasado: en un partido auténticamente democrático, las acusaciones contra Salinas habrían provocado un proceso de revisión, un autoexamen de conciencia, un mea culpa público. Pero no los saurios, que optaron por llevar al ex presidente al altar del sacrificio. Es la clásica actitud de esconder la suciedad debajo de la alfombra en vez de limpiarla: no resuelve nada pero que bien se ve.

El viraje dinosáurico

Los PRI-nosaurios ya han mostrado su juego. Tras el cónclave que la cúpula reptiliana sostuvo en Toluca, los dinos han cambiado su estrategia electoral: ahora, el eje central de sus campañas para captar votos y restarle credibilidad a sus adversarios será el económico. El coordinador de los saurios en el Senado, Manlio Fabio Beltrones, ha sido el primer en abrir fuego bajo la nueva consigna de su partido: atacar al gobierno federal, y por ende al PAN, por la crisis económica.

Este cambio se debe a que sus anteriores estrategias fracasaron rotundamente e incluso fueron contraproducentes. En un inicio, su plan de batalla consistió en criticar a las autoridades federales por la guerra contra el narco. Craso error. Los dinos apostaron al hartazgo de la gente por el clima de violencia imperante en el país y pensaron que la sangre derramada iba a jugar a su favor. Pero se equivocaron. De hecho, subestimaron a la ciudadanía, que ha demostrado tener más coraje y capacidad de resistencia de lo que creían.

Luego vino la epidemia de influenza y los saurios pensaron que la pandemia les caía como anillo al dedo, por lo que se lanzaron con fuerza a inculpar al gobierno por el avance de la enfermedad. Sin embargo, el tiro les salió por la culata. El gobierno actuó adecuadamente, al grado de que ha obtenido el reconocimiento internacional, dejando a los dinos en evidencia como meros hocicones que nomás critican por criticar.

Sí las cosas, ahora vamos a tener a los PRIsaurios, duro y dale con el tema de la crisis económica, actitud que además revela la poca confianza que le tienen a sus plataformas y planes de gobierno: todo a la crítica destructiva, nada a los comentarios propositivos y constructivos.