viernes, 22 de mayo de 2009

La bisabuela de los dinos

Vaya, vaya, yo no sabía que los PRImates fueran tan antiguos. Un equipo internacional de científicos presentó en Nueva York el fósil de un prosimio que constituye el ancestro más viejo de los humanos y de todos los primates modernos: el espécimen de una hembra vivió hace 47 millones de años.

Pero a pesar de su antigüedad, todavía se puede rastrear a sus descendientes actuales, los PRI-nosaurios. El fósil es similar a los lémures modernos y presenta una larga cola, por lo que los científicos suponen que el animal tenía muchas dificultades para evitar que se la pisaran. Este rasgo distintivo perdura hasta nuestros días: los PRImates de hoy sufren mucho con su cola, que les sirve como una quinta mano para agarrar recursos mientras sus víctimas están distraídas con sus otras cuatro extremidades. De hecho, una hipótesis sugiere que esta costumbre fue heredada de la especie recién descubierta: se presume que el espécimen sobrevivía robándole los frutos a otros animales.

Los investigadores todavía tienen que explicar algunos misterios que rodean al nuevo prosimio y su descendencia actual. Por ejemplo, nadie sabe a ciencia cierta cuando los PRImates adquirieron material genético de la familia de los reptiles ni como sucedió tal mezcla, aunque se cree que se debe a su pinche costumbre de agandallarse a todos.

Mentalidad torcida

La cascada de denuncias por infringir la ley electoral nomás no para, lo que revela qué tanto daño le ha hecho al país el estilo de hacer política del PRI-nosaurismo, escuela de trácalas y corruptelas que ha dejado su huella en todos los partidos (unos más, otros menos).

El candidato del PAN a diputado federal, César Nava, interpuso una demanda ante el IFE por la “campaña negra” de calumnias y difamaciones contra su partido en la delegación Benito Juárez. En esta ocasión, no hay pretexto para no dar con los responsables: Nava aportó vitales indicios para determinar la identidad, y por ende, la filiación partidista de los culpables, como es el taller dónde se elaboran las placas de los volantes contra el PAN y la empresa que realizó el pedido (Lito Express).

Pero este problema va más allá del ámbito jurídico: es un problema de una mentalidad social bastante torcida que enaltece al mañosito, al listillo que se las arregla para darle la vuelta a la ley. Y esa mentalidad sólo se terminará mediante un esfuerzo de voluntad de parte de todos y no sólo de los políticos: la solución la tenemos al alcance de la mano.