miércoles, 20 de mayo de 2009

Sacando el cobre

Era obvio: los tejemanejes del PRI-nosaurismo en el Estado de México están logrando unir a los demás partidos en contra de los dinos. Los tricolores no han dejado de quejarse en contra del PAN por lo que aseguran es una guerra sucia en contra del babysaurio Enrique Peña Nieto: hasta organizaron una cumbre de reptiles de peso completo para defender al muchachito. Pero ahí tienen que otros partidos, PRD y PT, han denunciado conjuntamente las trampas de su hijito consentido para mantener el control del estado.

Ambos partidos, junto con Acción Nacional, le exigieron el dino preferido de las revistas del corazón que saque sus garritas del proceso electoral. Y es que las irregularidades se están acumulando más cabrón que los premios de Pronósticos Deportivos: las giras de Peña Nieto que aprovecha para hacer proselitismo a favor de los candidatos PRI-nosáuricos; la manipulación de la entrega de recursos a municipios gobernados por la oposición; las violentas agresiones contra militantes y candidatos opositores; el soborno de dirigentes opositores para que se pasen a las filas reptilianas; y hasta el hostigamiento contra transportistas por el simple hecho de tener en sus unidades propaganda electoral ajena al PRI.

No puedo dejar de constatar que mientras más pasa el tiempo, a Peña Nieto se le nota más el colmillo dinosáurico, colmillo que amenaza con convertirse en un pinche diente de sable a medida que se acerquen las elecciones presidenciales de 2012.

Mostrando su as

Los PRI-nosaurios ya dejaron ver su juego por adelantado: el babysaurio Enrique Peña Nieto es su mejor carta para las elecciones presidenciales de 2012.

El spot del PAN en el cual cuestionan al hijito consentido de los dinos por su ausencia durante la epidemia de influenza tuvo el efecto de alborotar a toda la manada, que rápidamente cerró filas para proteger a su crío. La reptil mayor, Beatriz Paredes Rangel, y los 18 dinogobernadores se han reunido para definir una estrategia de “reacción inmediata” ante lo que llamaron la guerra sucia entablada por el PAN.

Me queda claro que la reacción de los PRI-nosaurios es desproporcionada: Peña Nieto no es el único gobernador del PRI que ha sido objeto de la propaganda de sus adversarios políticos. Por ejemplo, los mandatarios de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, y Nuevo León, José Natividad González Parás, han enfrentado acusaciones aún peores (como desvío de recursos) que la de indolencia achacada a Peña Nieto y ninguna voz en el PRI-nosaurismo ha solicitado un cónclave para controlar los daños. Vaya, que ni siquiera han formulado la idea.

Es por ello que creo que la reunión de los dinojerifaltes va más allá de una simple redefinición de sus estrategias electorales y que su propósito no admitido es cuidar la imagen del niño bonito, el cual, además, no necesita realmente que le cuiden la imagen porque no compite para nada en las elecciones del 5 de julio. Y aunado a esto, el cónclave dinosáurico se llevó a cabo en Toluca, Edomex, el feudo particular del nene Peña Nieto (que casualidad).

Por lo menos, la veloz reacción de los dinos prueba que están haciendo algunos progresos: ya aprendieron a planear a futuro y no como antes, que sólo actuaban al calor de los sucesos. ¿O no?

El miedo como arma electoral

La estrategia del miedo es asquerosa pero funciona. Y tal parece que esa es una de las armas con las que cuenta el PRIsaurismo mexiquense para perpetuar el dominio de los dinos en el estado.

Representantes del PRD y PT en el Edomex han denunciado ante las autoridades varios incidentes de violencia contra sus candidatos y militantes en al menos seis municipios: Texcoco, Chimalhuacán, Coacalco, Zinacantepec, Metepec y Zumpahuacán. De hecho, en Zinacantepec, la casa del aspirante perredista a la alcaldía, Jesús Reyes Consuelo, fue baleada desde una camioneta en marcha.

Los denunciantes tienen razón cuando explican que el clima de violencia podría desbordarse, alejando a los votantes de las urnas, una situación que beneficia claramente a los PRIsaurios encabezados por el gobernador Enrique Peña Nieto, el probable gallo de los políticos reptiles en las elecciones presidenciales de 2012.

Sin embargo, he de ser sincero: la creación de una fiscalía especializada en delitos electorales, tal y como piden perredistas y petistas, dependería de la Procuraduría estatal, la cual está en manos de los dinos, por lo que no sería una garantía de limpieza y transparencia electorales.

Y es que para luchar de manera efectiva contra la corrupción política –herencia de los PRInosaurios y su encarnación en la entidad, el grupo Atlacomulco- se necesita un poder judicial verdaderamente independiente, ajeno al mundillo de la política. Se trata de quitarles a los dinos los resortes del poder en el estado para que se vean obligados a lidiar con funcionarios honestos y profesionales, lo que al menos les dificultaría perpetrar sus cochinadas de siempre.