martes, 12 de mayo de 2009

Caín y Caín

Los políticos saurios parecen pelotas de ping pong: se la pasan rebotando de un partido a otro. Y ya hasta marean. En esta contienda electoral, hemos visto cómo los dirigentes optan por desertar de su partido, llevándose consigo a sus seguidores-ovejas en números que van desde unas docenas a los miles. Estas deserciones, motivadas en su mayoría por la exclusión en las listas de candidatos (“o me das una curul o me voy con todo y mis militantes”), llegan incluso al ridículo, como en San Luis Potosí, donde más de 10 mil priístas abandonaron las filas de los saurios para incorporarse a la Alianza por el Bien de San Luis (PRD, PT, Convergencia y Conciencia Popular). Y lo más chistoso del caso es que el candidato a gobernador de la susodicha Alianza es otro ex priísta: Juan Ramiro Robledo. Es decir, en la entidad hay dos aspirantes de estilo dinosáurico, dos propuestas de gobierno calcadas del mismo modelo y arropadas en el mismo modo enviciado de hacer política. ¿Y a esto le llaman diversidad política? ¡Vaya una tomadura de pelo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario