miércoles, 27 de mayo de 2009

Canibalismo PRI-nosáurico

Me he dado cuenta de que los PRI-nosaurios tienen dos formas de canibalismo: una es la electoral, cuando los dinos se destrozan ente si por una candidatura; la otra es más degradante todavía y consiste en destruir a un compañero de partido por conveniencia política. En las últimas semanas, hemos visto cómo los saurios han hecho todo lo que está a su alcance para desacreditar al ex presidente Miguel de la Madrid debido a sus declaraciones sobre el Salinato. Tras la publicación del desmentido de la entrevista que concedió a Carmen Aristegui bajo el argumento de que el ex mandatario padece de sus facultades mentales –lo que nadie creyó-, y de las diversas declaraciones de los jerarcas priístas intentando minimizar los daños, creíamos que los dinos ya habían acabado de destazar a De la Madrid. Pero no. No sé si fue por voluntad propia o fue obligado, pero el caso es que el ex presidente volvió a tocar el tema del Salinato, esta vez para proponer una evaluación más positiva de ese sexenio.

En una carta enviada a Aristegui, De la Madrid –quien por lo visto, ya se recuperó mágicamente de su senilidad- expone que para ponderar el gobierno de Salinas “es necesario tomar en cuenta la importante modernización que promovió”, como las reformas estructurales y el Tratado de Libre Comercio con América del Norte. En lo personal, no creo que este nuevo intento patético por hacer olvidar las acusaciones de corrupción y vínculos con el narco contra El Pelón le sirva de algo al dinopartido. Por el contrario, la continua humillación a la que ha sido expuesto el ex presidente tan sólo refleja la indigna actitud del PRI-nosaurismo, capaz de linchar a uno de los suyos por un afán de limpiar una imagen que sólo puede ser limpiada con una autocrítica veraz y honesta. El sacrificio de De la Madrid no es más que una medida del espíritu de negación de los dinos hacia su propio pasado, una negación que bloquea sus posibilidades de gobernar en base a principios como democracia y tolerancia.

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