miércoles, 6 de mayo de 2009

Pollitos en fuga

Cuando no se puede con uno, se puede con el otro. De seguro ese ha de ser el lema preferido de muchos políticos mexiquenses, que mudan de partido según sople el viento. Ahora, son 80 perredistas los que se pasarán a las filas de los dinosaurios. El motivo: no estuvieron de acuerdo con el proceso irregular en el PRD para designar a sus candidatos.

Pero lo más cagado del asunto es que al justificar su decisión, argumentaron que el mejor proyecto en la entidad es el del babysaurio Peña Nieto, quien a su juicio, designó (a dedo, nomás faltaba que se pierdan las tradiciones) a los mejores candidatos.


¿Quién los entiende? Se quejan de que fueron marginados en el PRD a favor de candidatos que ni siquiera son del partido… y se suman a la campaña de un partido que no es el suyo (¿y la coherencia, papás?).


Por lo pronto, de todo esto se desprende que ni los unos ni los otros saben lo que es una elección interna, ni para qué sirve. Lo que es la ignorancia.

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