lunes, 18 de mayo de 2009

Dinosaurismo en evidencia

En el debate sobre Concordia y Discordia organizado por Nexos entre los presidentes nacionales de los tres grandes partidos, fue más importante lo que no dijo la dinosáurica Beatriz Paredes que lo que si dijo. Al hablar sobre el limbo en el que está la clase política y que impide consolidar la transición hacia la democracia, la dino tan sólo sostuvo que no hay confianza debido a que hay una crisis de representatividad ocasionada por la falta de liderazgo (¡autogol! ¿Acaso no es ella la lideresa de la manada jurásica?). Al respecto, fue el perredista Jesús Ortega el que fue a fondo en el tema cuando dijo que el rechazo ciudadano hacia los políticos se debe al descontento ocasionado por ver a los gobernantes en “escándalos grotescos”: es obvio que Paredes no podía lanzar semejante dardo; se habría pisado la cola solita con el asunto de las revelaciones de Miguel de la Madrid y la corrupción de Salinas y compañía.

Por lo visto, la PRIsáurica no entiende lo que significa un debate: se trata de exponer argumentos, contrastar posiciones e intercambiar puntos de vista. Hacerse pendeja no es debatir, es tan sólo eso, hacerse pendeja. Claro que es una máscara... porque aunque digan cosas bonitas o digan pendejadas o tonterías... para qué repetirlo, mejor mirar este video (je,je, je, gulp, está chistosón pero más bien es tenebrosón... de horror):



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