Mala costumbre

Para variar esta campaña ha comenzado de forma inusual.

La verdad el rollo ese de los acarreados, los mítines, los discursos, los efusivos saludos de niños y ancianos, las grandes sonrisas, la fiesta y el jolgorio tradicional de las elecciones mexicanas me da mucha güeva, y para variar, algo bueno trajo todo esto de la epidemia, la alerta sanitaria que ha afectado la vida pública y económica del país en las dos últimas semanas ha cambiado eso.

Ojala que todas las prácticas inventadas por el PRI durante sus más de setenta años de dominio para hacer pendejo al pueblo hasta el fin de los días, como esa de los acarreados, se terminaran para siempre y prevalecieran las propuestas y las buenas maneras de la buena política.

Recordemos que “llevar acarreados” fue una práctica usada de forma cotidiana por PRI para crear multitudes felices en las presentaciones del gobierno en turno. Se trataba de personas pertenecientes al partido o empleados de gobierno que eran “invitados” por sus superiores para mostrar su apoyo a los líderes PRI-nosaúricos del momento. La tarea de estas personas era sencilla: gritar vivas y hacerle fiestas a los candidatos del partido, funcionarios o presidentes en turno.
Lamentablemente, la sombra de PRI-nosaurio sigue presente y esa práctica nefasta sigue en funcionamiento…
Herencias de los repPRIles… atájalos…